Sin pretender ningún tipo deprivilegio, creo que éste no es el trato que merece un alumno becado por esta Casa, ni un profesional formado en esta Casa, ni un colega que desinteresadamente y sin percibir ni un centavo ha dedicado innumerable cantidad de horas a enseñar en esta Casa, al igual que su padre. Este no es el trato que mi familia y yo hemos recibido desde los orígenes mismos de esta querida Institución; la cual formó a mis padres, hermanos y primos.
Reitero que, más allá de las sinceras preocupaciones planteadas aquí, este mensaje está dirigido con ánimos constructivos basados en el afecto que guardo por esta Institución y el respeto hacia Usted, que tanto me ha orientado. Tampoco pretendo exigir (ni espero) una sanción al Señor Vicario; sólo pretendo explicar mi decisión de no seguir con él.
Atte.
Duncan Le Klerk
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