Cuando ya todo estaba perdido, una luz apareció al final del túnel.
Una luz de linterna sostenida por el brazo derecho de un cuerpo siamés.
El cuerpo de Monocordia y Discordia se aproximaba a paso torpe; haciendo pendular la lámpara.
Hasta que llegó hacia nosotros y nos llevó hacia la salida.
La Misericordia de Monocordia y Discordia nos salvó del limbo laberíntico de nuestro esquema de valores morales.
el manotazo al ganso te salva
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