Durante el período de sequía, los árboles del jardín se marchitaron como rosas cortadas y Orlok quedó sin más alimento que unos hongos más algunas raíces; ya que desconocía la disciplina del acopio.
Al comer los hongos, se le apareció Gorgoroth y le ordenó comerse a sí mismo para evitar morir de inanición. Orlok, debilitado y carente de voluntad, obedeció a Gorgoroth y comió de sí mismo durante 99 días y 99 noches hasta no quedar absolutamente nada.
Al centésimo día, brotó de Orlok un manantial de nausea autógena que lo purgó y lo puso nuevamente en la tierra. De la nausea derramada en el suelo infértil brotó una espiga de centeno.
A partir de allí, los siguientes encuentros con Gorgoroth fueron diferentes, ya que Gorgoroth reencarnó en Veruca y ella le enseñó a hacer pan y elíxires con el centeno.
(*) De acuerdo al Hermano Renfield, este relato corresponde a la corriente orlokiana que proliferó en la región de Cachemira. Como puede observarse, los recursos estilísticos utilizados poseen una gran influencia de cultos politeístas, incluso Brahmánicos. Esto se debe a la necesidad de los apóstoles de Orlok de transmitir las verdades de manera entendible para los infieles.
(**) Varios estudios de la doctrina Orlokiana adjudican este texto al Hermano Renfield, al igual que el libro del Génesis de la tradición Orlokiana. Historiadores especulan que fue el propio Renfield quien introdujo este texto en la región de Cachemira con el objeto de introducir la doctrina en la región.
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