Boceto del cielo hecho por el Hermano Renfield.
Las horrorosas apariciones de Gorgoroth paralizaban la rutina burguesa, introduciendo campos de irrealidad y nausea. Arruinaban el cielo y espantaban a las aves. La actividad económica del pueblo se paralizaba y la hambruna acechaba.
La venida del leviatán se anunciaba con un característico grito del Jabalí-Gallo:
Bugum Biaaaaau
Burum Di Aaaaaau
Buduí buduí
Iiiiiiiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuu
Un día, cuando el Jabalí-Gallo comenzó a chillar, Orlok lo degolló con sus propias manos y a partir de ese momento, Gorgoroth respetó (y llegó a temer) al Maestro.
El silencio y el sol reinaron en el jardín de Orlok.
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