Detalle del mobiliario de Le Klerk.
A mediados del siglo XIX, Orlok era asediado por cámaras de foto. La sociedad quería conocer nítidamente su aberrante naturaleza. Pero Él sólo quería paz.
Fue entonces cuando comenzó a frecuentar la Mansión de Le Klerk; ya que le representaba un refugio del asedio social.
Le Klerk, como siempre, convidaba Schnapps a Orlok y éste se transformaba. Su rostro tomaba color, su vista se corregía y su horrible nariz y repugnantes dientes retrocedían, hasta volverse realmente bello.
Orlok sufría una alteración de apariencia de proporciones bíblicas.
Cuentan que Oscar Wilde asistía a las reuniones que organizaba Le Klerk; y cuando ya estaban sustancialmente borrachos, Wilde se travestía imitando a Veruca y Orlok se vestía de notorio entusiasmo.
(*) Fuentes Oficiales del Vaticano afirman que Mick Jagger y David Bowie se inspiraron en este relato para ingeniar una historia mediática alrededor de 1980.
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