Evangelios Apócrifos: El Alzamiento de Zafra


Vientos presagiosos desviaron de su rumbo a las naves de la armada orlokiana, que se dirigían desde Buenos Ayres a Nueva Orleans; e inesperadamente se encontraron encalladas en las costas de una isla prendida fuego. Cientos de Golems quedaron despedazados y otros tantos murieron asfixiados por el humo acaramelado que infestaba el ambiente.
Miles de hectáreas de caña de azúcar incendiándose en esta isla infernal. Gritos y carcajadas a lo lejos.
La curiosidad invadió al Maestro y encargó a sus Golems que abrieran paso entre las llamas, hacia una zona elevada que se vislumbraba débilmente. Tras someter a machetazos los ardientes cañaverales y soportar quemaduras atroces, el Maestro avistó una silueta en la cima de un morro. Un coloso de ébano, riéndose a carcajadas con los ojos incendiados y empuñando un machete con la mano izquierda. Orlok se acercó y el diálogo fue breve:
“Yo soy Tayron Zafra”
“Yo soy Orlok”
Se dieron la mano y continuaron juntos la matanza de gabachos invasores.

1 comentario:

  1. Epico!!! hoy me siento así, con ganas de vivir una vez más las arremetidas junto a mi gran amigo Tayron.

    ResponderEliminar