Desde las ramas hasta las raíces el negro se va apoderando del gris y la sensación de humedad se sumerge en la tierra. Las manos del Maestro excavan el suelo húmedo en busca de las raíces que yacen más profundo, en busca de humedad e insonoridad, de gusanos, hormigas y lombrices. Excava hasta ubicarse por debajo de las raíces, y aguardar allí el momento indicado para salir.
La espera subterránea se prolonga demasiado y el Maestro queda dormido, mientras las raíces siguen creciendo y lo envuelven completamente. Despierta y descubre que no puede moverse. Grita y grita, pero recuerda que bajo la tierra húmeda y las raíces, la insonoridad es ley. Entonces se rinde y aguarda pacientemente hasta que su paciencia se acaba. Grita, se convulsiona y entra en estado catatónico. Su cuerpo comienza a descargar espasmos, temblores y vibraciones, que se propagan a través de las raíces, el tronco y las ramas del árbol, las cuales se agitan violentamente generando vientos huracanados. Los vientos huracanados generan corrientes marinas que retroalimentan el fenómeno climático hasta el punto de convertirlo en un cataclismo.
La temperatura mundial desciende, tornando inhabitable el planeta. El ganado muere y la gente sólo sale de sus casas para conseguir leña. El poco ganado sobreviviente es invitado a dormir en las casas y todos viven de su leche. El ganado sólo come musgos y pequeños insectos.
La leña se va acabando y se vuelve necesario cortar las raíces de los árboles.
Recién entonces, de ramas a raíces, Orlok pudo salir del radical encierro.
con razón escucho a los árboles hablar (muchas veces incluso conmeu) ahora bien, me pregunto será que orlok les enseñó?
ResponderEliminarQue bello recuerdo. Si no tuviera los lagrimales atrofiados, hubiera derramado una lágrima en emocionado reconocimiento de mi elaborada estrategia.
ResponderEliminarYo creo que Orlok está bajo todos los árboles y nos habla a través de sus ramas.
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