Evangelios Apócrifos: Golems Mentales Renegados


"Algunos recuerdos representan obstáculos oportunamente interpuestos para evitar llegar al fondo. Detrás de bultos, cajas, bicicletas desvencijadas y demás objetos olvidados se encuentra la caja de fusibles que aloja el interruptor que activa todo lo otro, el colapso.
Unos  ya saben que detrás de todo ese acervo inservible se aloja el talón de Aquiles del sistema. Entran al depósito conociendo su objetivo y su ubicación, y como una horda destructora van directo al fondo. Activan el interruptor y ríen a carcajadas mientras todo se desmorona alrededor.
Es difícil evitar que esto ocurra; pero se puede. Una opción es quemar el sistema. Si no hay sistema, no hay destrucción del sistema. Ya no pueden entrar al depósito, porque no hay depósito. La lógica de intercambio simbólico se altera y ellos se pierden, no encuentran la entrada ni la salida. Están encerrados fuera de la mente de uno. Vivir en la mente de uno los libera, vivir afuera los desespera y los encarcela. La maldición de no influir, de no poder entrar porque no hay lugar donde entrar. No hay lugar donde entrar. No hay lugar donde entrar.
Y se quedan dando vueltas frenéticamente. Caminan para un lado y para el otro, mirando hacia donde había algo en algún momento, pero ya no. Furiosos, intrigados, no se resignan y se quedan aullando afuera de algo que ya no existe.
Se quedaron afuera."*

(*) De acuerdo a las referencias encontradas en la bitácora de Renfield, estos versos datan de 1942 y son verdadera palabra del Maestro. A la fecha, se desconocen los motivos y el significado de esta revelación. Aparentemente el Maestro estaba atravesando momentos de desconfianza hacia uno de sus discípulos más queridos.

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