Bosquejo del estado catatónico paradojal de Orlok
Orlok entró en la paradoja del ser todopoderoso: creó una piedra tan grande que ni él mismo pudo levantar… creó un veneno tan poderoso que ni él mismo, un inmortal, sería capaz de beber para contarlo.
Algunas de sus creaciones intentaron matarlo y en ese momento tomó conciencia de lo limitado que era su todopoder. Perseguido por sus engendros, se refugió en un intrincado sinfín de paradojas cuidadosamente imbricadas. Una espiral dentro de una cinta de moebius; un laberinto esencial para desorientar a sus perseguidores.
Sin embargo, recorriendo sus laberintos, una y otra vez fue arrebatado por los sentimientos de arrogancia y curiosidad que él mismo había concebido. Fue incesantemente compelido a engendrar un ser tan inteligente que fuera capaz de resolver las superlativas paradojas que él mismo había creado. Necesitaba superarse, necesitaba crear un nuevo tipo de Golem a partir de sustancia Mental.
Necesitaba sentir miedo aunque sea una vez en toda la eternidad; necesitaba sentir miedo para poder entenderlo, modelarlo, crearlo y, tal vez, industrializarlo.
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